Montañas, bosques, aguas termales y arrecifes de coral. Más allá de sus ciudades y templos, Japón es un paraíso natural por descubrir. Te mostramos 7 Parques Nacionales imprescindibles para explorar su lado más salvaje, desde el monte Fuji hasta las islas tropicales de Okinawa.
Japón no es solo sinónimo de ciudades vibrantes como Tokio o Kioto. Más allá de sus metrópolis futuristas, el país guarda un tesoro natural inmenso y diverso. Con un 70% de su territorio cubierto por montañas y bosques, Japón es un verdadero santuario de biodiversidad, donde coexisten volcanes, humedales, costas escarpadas y arrecifes de coral.
A lo largo de su geografía se extienden 35 Parques Nacionales, 57 Parques Cuasi-Nacionales, 4 Patrimonios Naturales de la Humanidad y 53 humedales protegidos por la Convención de Ramsar. Si quieres descubrir su lado más auténtico, aquí te dejamos una lista imprescindible de 7 Parques Nacionales de Japón que te conectarán con su naturaleza más salvaje.
1. Parque Nacional Fuji-Hakone-Izu: el monte Fuji y mucho más
El más visitado del país, gracias a su cercanía a Tokio. En este parque lo tienes todo: paisajes volcánicos, aguas termales, costas escarpadas e islas paradisíacas. El protagonista absoluto es el monte Fuji, símbolo nacional y Patrimonio de la Humanidad. Puedes ascenderlo en verano (julio a septiembre), acampar junto al lago Ashinoko o bucear en las islas Izu. ¿Lo más sorprendente? Nadar junto a delfines salvajes en sus aguas cristalinas.

2. Parque Nacional Joshin’etsu-Kogen: entre montañas y monos de nieve
En el corazón de Honshu, este parque es un paraíso para los montañistas y los amantes del esquí. Alberga cumbres como el monte Asama y estaciones como Shiga Kogen. Además, su actividad volcánica ha creado una red de onsen (baños termales) ideales para relajarse. Pero su gran estrella son los monos de nieve de Jigokudani, famosos por bañarse en aguas termales mientras cae la nieve. Una imagen única de la fauna japonesa.

3. Parque Nacional Yoshino-Kumano: peregrinación entre cerezos y cascadas
Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, este parque es un enclave espiritual. Recorre los milenarios senderos de Kumano Kodo, salpicados de templos y santuarios, y maravíllate con la cascada de Nachi, la más alta de Japón. En primavera, el monte Yoshino se cubre de flores de cerezo, ofreciendo uno de los hanami (floración) más bellos del país. Además, en la costa, las aguas cálidas permiten practicar snorkel entre arrecifes de coral y peces tropicales.

4. Parque Nacional de Shiretoko (Hokkaido): fauna salvaje en estado puro
Ubicado en la salvaje península de Shiretoko, en Hokkaido, es uno de los pocos lugares del mundo donde conviven osos pardos, orcas, ciervos y águilas marinas. Declarado Patrimonio de la Humanidad, ofrece senderos con vistas espectaculares, cascadas y termas naturales. Los cruceros permiten observar ballenas, delfines y focas. En invierno, destacan las excursiones sobre banquisas de hielo y el buceo bajo el hielo, experiencias extremas en plena naturaleza.

5. Parque Nacional Kushiro-Shitsugen: los humedales de las grullas sagradas
El mayor humedal de Japón, con 287 km², es hogar de las grullas de Manchuria, símbolo de longevidad en la cultura japonesa. Este parque alberga también águilas de Steller, garzas y la salamandra siberiana, adaptada al frío extremo. Un lugar ideal para la observación de aves y la fotografía de paisajes únicos, donde la niebla matinal tiñe las marismas de un ambiente mágico.

6. Parque Nacional Keramashoto (Okinawa): buceo entre tortugas marinas
En el sur subtropical, Okinawa ofrece playas de ensueño y una biodiversidad marina excepcional. El Parque Nacional de Keramashoto, especialmente en la isla de Tokashiki, es perfecto para nadar junto a cuatro especies de tortugas marinas (boba, verde, carey y laúd). Las aguas cálidas y transparentes son ideales tanto para buceadores expertos como para quienes prueban el snorkel por primera vez. Un verdadero paraíso para los amantes del mar.

7. Parque Nacional de Iriomote-Ishigaki (Okinawa): selvas y arrecifes en el trópico japonés
Este parque marino y terrestre en las islas Yaeyama, también en Okinawa, alberga selvas vírgenes, manglares y playas desiertas. Es hábitat del raro gato leopardo de Iriomote, una especie endémica. Sus arrecifes de coral son de los más ricos del planeta y permiten explorar un mundo submarino lleno de vida. Un destino ideal para combinar aventura en la selva y relax en el mar, lejos del turismo masivo.

Más información: Turismo de Japón