A la provincia de Burgos le sobran motivos para embelesar a quienes deciden acercarse a conocer esta tierra donde una naturaleza rabiosamente bella confabula con el peso de una historia que ha marcado profundamente la personalidad del pueblo burgalés. Os acompañamos a bucear en los orígenes de la humanidad, explorar los restos de una de las capitales romanas más importantes de la Península o transitar por calles empedradas de pueblos medievales impolutamente conservados.
Poza de la Sal se estrena como Pueblo Más Bonito de España
Desde el pasado 22 de enero, la lista de los Pueblos Más Bonitos de España cuenta con una nueva incorporación. Cuna del inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente, Poza de la Sal acaba de convertirse en el séptimo pueblo de la provincia de Burgos que obtiene esta insigne distinción. Su casco histórico medieval coronado por un impertérrito castillo, unas salinas que siglos atrás fueron las principales productoras de sal de la Península o sus casas blasonadas son tan sólo algunos de los muchos motivos que lo han hecho posible. Si a ello sumamos una naturaleza esculpida por desfiladeros, rutas de senderismo, cristalinas cascadas y elevados picos, no os será difícil intuir el gran potencial que esconde este destino.
A unos 50 kilómetros de Burgos, en lo alto de un macizo, se levantó en el siglo XIV el Castillo de los Rojas cuyo objetivo era vigilar Poza de la Sal, que descansaba a los pies de esta fortificación flanqueada por una hermosa muralla. Adentrarse en esta villa y dirigir nuestros pasos hacia la Plaza Nueva es sumergirse en una época en la que este municipio burgalés nadaba en un mar de prosperidad económica. Testigo de ello son las preciosas casas blasonadas con entramado de madera que engalanan sus calles. Y es que bajo el suelo de Poza de la Sal se escondía su gran riqueza: la sal. En los tiempos de mayor producción se alcanzaban los 100.000 kilos diarios. Hoy en día se sigue elaborando, aunque en cantidades muy limitadas. Para conocer más sobre esta apasionante historia nada mejor que acercarse a la Casa de la Administración de las Reales Salinas (s. XVIII), donde se encuentra el Centro de Interpretación de las Salinas.

Y para rematar una jornada perfecta, qué mejor que marcarse un planazo wellness y disfrutar de un relajante baño en las pozas de agua salada que dan nombre al pueblo.
Desde el Balcón de la Bureba, en lo alto del castillo, las vistas son impresionantes. Aquí residen paisajes de infarto como los que dibujan los Montes Obarenses hasta Pancorbo, la Sierra del Alto de las Cruces, la Sierra de la Demanda o el Valle de las Caderechas al norte. Otra opción que justifica un viaje a la comarca de la Bureba es apuntarse a una ruta interactiva con lobos en homenaje al fiel defensor del lobo ibérico. Además, si visitáis la zona entre febrero y marzo, la Ruta de los Almendros en flor es una de las estampas primaverales más hermosas de las que se puede ser testigo en España.
Junto a este rincón de la Bureba burgalesa, los otros pintorescos destinos de la provincia que forman parte de la lista de los Pueblos Más Bonitos de España son Frías, Puentedey, Castrojeriz, Lerma, Covarrubias y Caleruega.

Frías y Oña, viaje de ensueño al Medievo
Muy cerquita de Poza de la Sal se asoma al mundo sobre una peña caliza la ciudad de Frías, que ostenta el título de ciudad más pequeña de España. Una joya del medievo que parece surgir de la roca misma, desafiando la gravedad con sus casas colgantes que se precipitan al vacío sobre el río Ebro. Su puente fortificado medieval, uno de los mejor conservados de España, da la bienvenida a los visitantes desde hace siglos y el Palacio de los Salazar exhibe orgulloso sus escudos nobiliarios en la plaza principal.
A poco más de 20 kilómetros, nos recibe Oña, villa de condes y reyes y cuna del imponente monasterio de San Salvador, que durante siglos fue uno de los centros de poder más importantes de Castilla. Fundado en el año 1011, destaca por su extraordinaria portada románica y sus claustros góticos que invitan a la contemplación. Su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, está cuajado de casonas blasonadas y sus calles medievales conducen hasta la plaza del ayuntamiento, donde el tiempo parece haberse detenido.

Valpuesta, el escenario literario de Delibes
En la difusa línea que separa Castilla-León y el País Vasco, un pequeño enclave atrapado entre las recónditas montañas burgalesas fue la fuente de inspiración del gran novelista y humanista Miguel Delibes. Valpuesta no es solo un lugar geográfico, es un paisaje literario que marcó la sensibilidad del escritor vallisoletano. Si sois amantes de la literatura no podéis dejar escapar la oportunidad de visitar el que se ha convertido ya en un destino de peregrinación literaria. Sus paisajes de suaves colinas, bosques de hayas y robles, y pequeños valles verdes fueron el telón de fondo de novelas como «El camino» y «Las ratas», donde retrató con maestría la vida de comunidades rurales tradicionales. El afamado autor siempre sintió fascinación por el monasterio de Santa María de Valpuesta (siglo IX), considerado lugar de origen de la lengua castellana.

Arlanza, el pueblo-escultura más grande del mundo
Nos desplazamos hacia el sur de la provincia de Burgos para visitar el que está considerado el pueblo-escultura más grande del mundo creado por una sola persona. Está en la localidad de Quintanilla del Agua y es una recreación a escala de un pueblo típico castellano: desde la Edad Media hasta el siglo pasado. El escultor Félix Yáñez ideó con la única ayuda de sus manos este descomunal proyecto utilizando únicamente materiales reciclados. Además de las fachadas típicas castellanas, encontraréis una quincena de museos temáticos, una antigua fragua, una farmacia, la escuela y dos corrales de comedias, que cobran vida en los meses de verano durante su festival. Seguro que este viaje al pasado os ha abierto el apetito. Y para regar la exquisita gastronomía castellana escogemos los vinos que se producen en esta comarca y que cuentan con su propia denominación de origen: Vino de Arlanza. Si todavía os sobra algo de tiempo, muy cerquita se encuentra otro de los imprescindibles de la zona: la ciudad ducal de Lerma con su espectacular Parador, en el interior del Palacio Ducal, y su monumental Plaza Mayor, considerada una de las más bellas de España.

Clunia Sulpicia, capital romana
¿Sabíais que en la provincia de Burgos se encuentra la que fuera una de las ciudades romanas más importante de la Península? Está en Coruña de Conde, muy cerquita de Aranda de Duero y conserva un anfiteatro donde cada verano se organiza el Festival Musical Clunia, que acoge las actuaciones de artistas de renombre internacional.
Construida sobre un alto cerro que domina el valle del río Arandilla, esta urbe se convirtió en la capital del Convento Jurídico Cluniense durante el siglo I d.C., siendo uno de los centros administrativos más importantes de la Hispania Tarraconense. Muestra de dicho esplendor fueron su grandioso teatro romano, termas públicas decoradas con hermosos mosaicos, y un extenso foro que servía como centro de la vida política y comercial
En palabras de Miguel Delibes, «un pueblo sin literatura es un pueblo mudo». Y en Burgos no sólo hayamos literatura, sino también el origen de la lengua castellana y del primer hombre europeo. Cuna de leyendas, pueblos medievales donde se han desarrollado algunos de los episodios más relevantes de la historia de España, gastronomía, vinos, patrimonio y escenarios naturales que cortan la respiración. Si buscáis un destino cercano donde las sensaciones y las emociones fuertes estén asegurados, sin duda, lo habéis encontrado.