La isla esmeralda está repleta de paisajes espectaculares y rincones llenos de encanto, pero pocos despiertan tanta fascinación y plantean tantos interrogantes como las 780 hectáreas que componen el complejo arqueológico de Brú Na Bóinne, en el condado de Meath, a poco más de 40 km al norte de Dublín. Este misterioso espacio, formado por las tumbas megalíticas de Newgrange, Knowth y Dowth –la primera tiene una antigüedad de 5.000 años, superior al célebre “círculo” de Stonehenge– fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993, y ahora vuelve a estar de actualidad al reabrir sus puertas al público después de una importante remodelación de su centro de visitantes.
Nueva exposición y centro de visitantes
Entre las reformas llevadas cabo, destacan una nueva exposición que pone al día los últimos hallazgos sobre los yacimientos, además de una réplica a gran escala de la cámara funeraria de Newgrange y un modelo detallado de una de las tumbas del yacimiento de Knowth. El túmulo de Newgrange, que permaneció oculto durante más de 4.000 años (hasta que lo descubrieron en el siglo XVII unos lugareños que buscaban piedras para una construcción) es célebre, entre otras razones, por su singular orientación astronómica: cada año, coincidiendo con el amanecer del solsticio de invierno, la luz del sol penetra en el corredor del túmulo e ilumina el suelo de la cámara durante 17 minutos.
Antes de visitar el complejo, conviene tener en cuenta que las visitas a las tumbas están limitadas por motivos de conservación del patrimonio, por lo que tan sólo se puede acceder a las cámaras funerarias reservando previamente uno de los recorridos oficiales que parten del centro de visitantes.
Paisajes espectaculares junto al Boyne
El altísimo valor histórico del complejo es sin duda su punto fuerte. Sin embargo, no es el único: además de la riqueza arqueológica, Brú Na Bóinne posee también un entorno repleto de espectaculares paisajes naturales, como los de las islas del río Boyne, que cuentan con un hábitat único gracias a uno de los pocos bosques húmedos aluviales del país. Fascinantes tumbas megalíticas y paisajes de ensueño: dos razones más que suficientes para planear una escapada a Irlanda este verano, aprovechando que el próximo 19 de julio la isla esmeralda reabre sus puertas al turismo internacional.
Más información: Brú Na Bóinne (World Heritage IRELAND) y Turismo de Irlanda