Valladolid ha vuelto a convertirse en epicentro del sector vitivinícola nacional con la celebración de una nueva edición de la Feria Internacional del Negocio y Enoturismo (FINE). El recinto ferial de la ciudad castellanoleonesa ha acogido a profesionales del sector procedentes de 26 países, consolidando a la ciudad pucelana como referente indiscutible en el mundo del vino.
FINE, la Feria Internacional de Enoturismo celebrada en Valladolid, cierra su sexta edición con un satisfactorio balance tras intensas jornadas de trabajo en las que han participado profesionales procedentes de 26 países. En total, 140 bodegas, hoteles y rutas de España, y una oferta enoturística heterogénea representada por territorios de España, Portugal, Sicilia, Champagne y la ruta eslovena de Štajerska. Todas ellas dibujan un mapa con más de 50 zonas vinícolas, desde Ribeiro hasta Jerez, Algarve, Champagne, Sicilia, Canarias o Vinhos Verdes.
El evento ha combinado la zona de exposición con un ambicioso programa de actividades paralelas que ha incluido catas dirigidas, presentaciones de nuevas añadas, conferencias sobre tendencias del mercado y talleres especializados en enoturismo. Expertos de diferentes perfiles se han dado cita en este festival del vino para analizar diferentes aspectos sobre el enoturismo. La francesa Charlotte Fougère, presidenta de Calice, habló sobre el futuro del enoturismo, casos de éxito en distintas regiones y retos.
Otros de los temas abordados en las diferentes mesas redondas fueron el análisis sobre los diferentes “grados de madurez” del enoturismo en bodegas y regiones; los modelos seguidos en España, Italia y la región del Algarve o el desarrollo de propuestas singulares y el uso de inteligencia artificial para valorar la percepción del enoturismo.

En palabras de Alberto Alonso, director general de Feria de Valladolid, «FINE es un evento, que ayuda al posicionamiento de España como destino enoturístico». Según un estudio elaborado por la empresa de investigación Future Market Insights, se estima que el mercado mundial del turismo del vino mantenga su tendencia creciente en los próximos años y alcance un valor de 332.500 millones de dólares en 2034. Los factores que impulsarían ese crecimiento son, en su opinión, la demanda de los consumidores de experiencias únicas y memorables vinculadas a la historia y la cultura del territorio.
Tres propuestas enológicas internacionales con mucho gancho
Uno de los aspectos más relevantes de la feria ha sido la presentación de experiencias insólitas internacionales dentro del universo vitivinícola. Entre los nuevos destinos participantes, destaca la región eslovena de Podravje-Maribor, situada en el noreste del país, en la frontera con Hungría y Croacia. Allí se encuentra la vid más antigua del mundo, datada hace 400 años, y la fotografiada “carretera corazón” que discurre entre viñedos.
Los vinos eslovenos están despuntando dentro del panorama vitivinícola internacional. Este pequeño país centroeuropeo, con apenas dos millones de habitantes, ha logrado posicionarse como una de las regiones emergentes más interesantes del mundo del vino. En el país eslavo existen tres zonas donde se cultivan vinos de gran calidad: Podravje, cerca de Maribor y del río Drava; Posavje, junto al río Sava y Primorska, en la zona costera.
Por su parte, las Islas Azores (Portugal) se han consolidado como un destino enoturístico emergente y han presentado una atractiva propuesta repleta de experiencias inéditas que combinan la riqueza de un patrimonio vitivinícola que hunde sus raíces en el siglo XV, con la de un entorno natural de exuberante belleza. Las regiones donde se encuentran la mayor parte de los viñedos del archipiélago son la isla de Pico, la zona de Biscoitos en la isla de Terceira y a isla Graciosa.

Otro de los grandes lanzamientos de FINE es la ruta de ‘La Strada del Vino dell’Etna’, una de las experiencias enoturísticas más singulares de Italia en la mismísima ladera del volcán Etna, Sicilia. Desde el sur de Italia nos llega esta atractiva y salvaje propuesta a través de la historia, la cultura y el vino siciliano. Las constantes erupciones del volcán más activo de Europa han modelado el suelo durante milenios dotándolo de una riqueza mineral única que ha propiciado la elaboración de vinos con una personalidad inconfundible.
Las bodegas que forman parte de esta ruta ofrecen experiencias que van más allá de la simple degustación: desde catas en antiguas masías rodeadas de viñedos centenarios hasta recorridos entre barricas donde los vinos reposan en la penumbra. La Strada del Vino dell’Etna es un viaje en el tiempo a través de pueblos como Randazzo o Castiglione di Sicilia, atestados de castillos normandos, monasterios benedictinos y antiguas ermitas.
¿Qué se cuece en el enoturismo nacional?
Además de las interesantes rutas enoturísticas internacionales, en el territorio nacional existen infinidad de propuestas que destacan por su originalidad y frescura. Entre ellas, la que ofrece Pago de la Jaraba, en pleno corazón de La Mancha. La oferta turística de esta bodega está diseñada para conectar a los visitantes con la esencia de esta tierra histórica. Un ambicioso objetivo que logran gracias a un exitoso modelo de explotación integral entre viticultura, producción de queso manchego y elaboración de aceite de oliva.
Especial relevancia merece el planazo que presenta la bodega Tierra Calma, ubicada en San Martín de Valdeiglesias, Madrid. Se trata de uno de los proyectos vitivinícolas más singulares de la Sierra de Gredos que se ha consolidado como un referente enoturístico de la Comunidad de Madrid. La idea de esta experiencia es que los visitantes disfruten del vino en su contexto natural, rodeados de viñedos de altura.
No podemos olvidarnos de otras originales sugerencias como la de Bodega Otazu, una mezcla perfecta entre arte, historia y vino en el corazón de Navarra, o la magia de Bodegas Alvear, la bodega más antigua de Andalucía con más de tres siglos de tradición vitivinícola.

Italia acogerá la próxima edición de FINE
Y de las castellanas tierras vallisoletanas nos trasladamos a tierras transalpinas, en el norte de Italia. Por primera vez en la historia de FINE, la próxima edición de la feria se celebrará en Riva di Garda, Italia, gracias al acuerdo de colaboración entre Feria de Valladolid y Riva del Garda Fierecongressi. Los amantes del vino y profesionales del enoturismo tienen una cita con el universo enológico los próximos 28 y 29 de octubre.
No es casualidad que, durante seis ediciones, Valladolid haya sido elegida sede permanente de FINE. La capital pucelana se sitúa estratégicamente en el corazón de una de las regiones vitivinícolas más importantes de España, rodeada por cinco denominaciones de origen de prestigio internacional: Ribera del Duero, Rueda, Cigales, Toro y Tierra de León.
La provincia cuenta actualmente con más de 80 bodegas visitables y una red de alojamientos rurales y hoteles boutique especializados en experiencias enológicas que han contribuido a desestacionalizar el turismo en la zona. Durante la feria, diversos expertos coincidieron en señalar que el enoturismo representa una oportunidad excepcional para dinamizar las zonas rurales y combatir la despoblación.
La exitosa celebración de FINE 2025 reafirma la estrategia de Valladolid para consolidarse como referente internacional en el mundo del vino. La ciudad castellana no solo ha demostrado su capacidad organizativa para acoger eventos de primer nivel, sino que ha reforzado su posicionamiento como la auténtica capital del vino español. Un título que ostenta con orgullo y que trabaja diariamente por mantener y potenciar.
Más información: www.fine-expo.com