En el extremo norte de Gran Bretaña, donde el viento y el mar esculpen la roca sin descanso, se alza el Old Man of Hoy, una aguja de arenisca roja de 137 metros. Frágil y majestuosa, desafía la erosión que algún día la derribará. Antes de que el tiempo dicte su destino, viajamos a este rincón remoto, donde historia, geología y aventura se funden en el paisaje.
El cartel en John O´Groats nos indica que estamos en el punto más septentrional de Gran Bretaña, pero el Reino Unido continúa, hacia el norte, hacia las Islas Orcadas y más allá hacia las Islas Shetland, territorios dominados por los fuertes vientos del Mar del Norte, que impiden la presencia de árboles y donde la turba evidencia la deforestación que tuvo lugar durante el neolítico.

El ferry nos lleva en un corto trayecto de apenas veinte kilómetros hasta Mainland, la principal isla del archipiélago, formado por alrededor de setenta islas, de las cuales solo están habitadas veinte. Un enclave modesto en extensión que fue protagonista en las dos grandes guerras mundiales; aquí, Scapa Flow fue la principal base naval del Imperio Británico, así como un cementerio de barcos; tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial, setenta y cuatro navíos se internaron en esta bahía, y posteriormente cincuenta y uno de ellos fueron hundidos para evitar que cayesen en manos británicas.

En 1939 un submarino alemán atacó y hundió el HMS Royal Oak, matando a 833 hombres. Tras este ataque, Winston Churchill ordenó la construcción de diques que impidieran el acceso, diques que en la actualidad dan acceso por carretera.
Parte de estos pecios son ahora reclamo de submarinistas y fue en su momento también lugar de exploración de Al filo de lo imposible.

En otro corto trayecto llegaremos hasta nuestro objetivo principal en este viaje: la isla de Hoy, la segunda más grande del archipiélago y una de las más expuestas al océano Atlántico. Sus 142 kilómetros cuadrados albergan los acantilados más altos del Reino Unido, así como una importante colonia de aves, que le otorga la categoría de área de protección especial.
Pero lo que nos llamó la atención de esta isla es su joven ícono geomorfológico (su edad se estima en 250 años): el llamado Old Man Of Hoy, llamado así ya que como refleja el cuadro de William Daniell de 1817, originalmente tuvo dos piernas como sostén, una de las cuales colapsó tras una tormenta.

En la actualidad se mantiene esta soberbia estructura de arenisca roja de 137 metros de altura, imán para visitantes y escaladores. Una aguja que tiene los días contados debido a la continua y agresiva erosión que sufre, un regalo de la naturaleza otorgado por el viento y las olas que, sabemos con certeza, serán también los causantes de su caída.