Desde este mes de julio, Cataluña cuenta con una nueva ruta circular que, a lo largo de cinco tramos y 2.000 kilómetros, recorre buena parte de su territorio y permite descubrir algunos de sus principales atractivos patrimoniales y naturales. La propuesta tiene vocación de convertirse en modelo de turismo sostenible, pues busca distribuir a los visitantes de forma equilibrada y tiene como objetivo potenciar el respeto al medio ambiente.
Entre otros rincones, el itinerario de este Grand Tour de Catalunya –el nombre evoca el célebre itinerario, precursor del turismo moderno, que gozó de gran éxito en los siglos XVIII y XIX– discurre por lugares como Barcelona, Tarragona, el Delta de l’Ebre, los Pirineos, el Val d’Aran, la Seu d’Urgell, Figueras o el Montseny.
Playa, montaña, gastronomía…
Los distintos tramos y etapas ofrecen atractivos de todo tipo: desde visitas a monumentos y espacios culturales, pasando por bellos paisajes y entornos naturales, hasta sabrosas experiencias gastronómicas y enológicas. La idea es poder conocer algunos de los lugares más famosos de la región, pero también descubrir y promocionar otras experiencias y lugares menos conocidos, pero igualmente atractivos.
La iniciativa, impulsada por el Departamento de Empresa y Trabajo a través de la Agencia Catalana de Turismo (ACT), ha sido desarrollada en colaboración con los patronatos de turismo de las distintas diputaciones catalanas y el acompañamiento del sector privado.
Todo el recorrido está diseñado para mostrar la diversidad territorial de Cataluña y fomentar un turismo sostenible y responsable, «que potencie los productos de proximidad, el respeto al medio ambiente y la accesibilidad», tal y como destacó David Font, director de la Agencia Catalana de Turismo, durante la presentación de la iniciativa.
Tal y como se ha concebido, el visitante podrá optar por realizar el Grand Tour completo –lo que supone recorrer unos 2.000 kilómetros en unos 13 días–, o bien escoger alguno de los cinco tramos, divididos a su vez en varias etapas. El primer tramo (Barcelona-Tarragona), por ejemplo, parte de la Ciudad Condal (donde podemos descubrir su apasionante legado modernista) y discurre por etapas como la montaña de Montserrat, Cardona y su castillo, Solsona y su notable patrimonio histórico-artístico, las bodegas y viñedos del Penedès, el irresistible encanto de la animada Sitges, o las playas del Garraf y la Costa Dorada.
Experiencias para todos los gustos
Esta variedad de paisajes y oferta turística es la tónica general en los cinco tramos propuestos, que incluyen entornos y experiencias tan diversas como playas y calas para los amantes de los destinos de costa, pueblos medievales con un exquisito arte románico, paisajes naturales como los del Parque Nacional de Aigüestortes, y un abundante abanico de posibilidades para quienes también buscan disfrutar del turismo activo, los deportes de aventura o el enoturismo. Toda una apuesta por el turismo de proximidad que convierte a este Grand Tour en una atractiva propuesta para esta temporada.
Más información: Grand Tour de Cataluña